Al comenzar la década del ‘40 José León Suárez no solo ofrecía el balneario mas grande del mundo, un lugar ideal para disfrutar del agua, el sol y el aire puro. También, como en toda Villa Ballester, el fútbol se vivía con una pasión que se sentía en cada rincón.
Fué en agosto de 1941 cuando, por iniciativa de Raúl Mario Tambutto, un grupo de amigos junto con Andrés Massanella, dieron vida a lo que pronto sería el orgullo deportivo del pueblo: “El Taladro Fútbol Club”
La historia recuerda a Andrés Massanella como un motor fundamental en aquel proyecto. Miembro muy activo de la comisión directiva de la Sociedad de Fomento José León Suárez y dueño del único bar del paraje -ubicado en la esquina de Bernabé Márquez y Esmeralda-, su local no solo era punto de reunión de los vecinos, sino también sede de la estafeta postal.
Entusiasmado con la idea futbolera, se movilizó para conseguir un juego de camisetas del club del que era simpatizante: “Banfield”, apodado el “El taladro del sur”.
En agradecimiento, el club adoptó el nombre de “El Taladro”.
La fortaleza invicta en casa
No resultó extraño que El Taladro Fútbol Club conservara un récord invicto como local durante mucho tiempo. El secreto estaba en la calidad de su plantel, integrado en gran parte por jugadores del combinado de Villa Ballester. Ellos eran: Manuel Fernández, Israel González, Saturnino Pérez, Jorge Pérez, Rodolfo González, Eduardo Bobio, Juan Carlos Uroz y el ídolo centre-half Miguel Abatte, quien captó la atención de Chacarita Jr.. Los simpatizantes del Taladro, con su ingenio caracteristico lo apodaron D'arienzo por su habilidad para marcar el ritmo del equipo.
El equipo se completaba con Martinez, Payare y el capitán Raúl Tambutto, también integrante del combinado de Villa Ballester.
El 31 de agosto de 1941, los verdiblancos golearon al “Club El Ciclón de Miguelete” por 5 a 1, con tres goles de Saturnino Perez y dos de Miguel Abatte (2).
Meses después, el 9 de noviembre, recibieron a un combinado formado por jugadores de Atlético Colegiales y Atlético Boulogne, representantes de Villa Adelina. El resultado volvió a ser contundente: victoria local y fiesta en José León Suárez.
El 30 de noviembre llegó otra exhibición: un 7 a 1 sobre un equipo de Villa Urquiza, con cinco goles de Jorge Pérez y dos de Abatte. Ese día brillaron también el arquero Manuel Fernández —apodado “el felino”— y la defensa encabezada por Tambutto y el “Chiquito” Alberti.
Pero no todo fue gloria. En junio de 1942, sin los refuerzos del combinado, la 4ª división del Taladro cayó en casa frente a la 5ª de Racing Club de Villa Ballester.
Un año más tarde, en junio de 1943 y ya con menos participaciones "oficiales", fueron derrotados 3 a 2 por el club Ballester y Sagasta.
En 1944, la institución se trasladó a Villa Ballester y presentó un equipo en el torneo de la Asociación Mickey de Fútbol Amateur, para menores de 15 años. Allí compartió cartel con otro club suarense: el "Sol de Mayo".
Finalmente, en lo que sería uno de los últimos encuentros, en julio de 1945, El Taladro se midió en un torneo junto a "Centenario", "Loor y Goles" y "Nacional", manteniendo viva la pasión de un pueblo que había hecho del fútbol parte de su identidad.
Por esos años se crea el "Club Deportivo Soligno", que incluye entre otras, la práctica del fútbol.
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